Desde pequeño siempre me han llamado la atención los proyectiles que se encuentran incrustandos en la Iglesia de San Pedro de los Arcos, además de los diferentes impactos que tiene aún a día de hoy en la fachada y diversos puntos de sus laterales. Se comenta que son de la revolución del 34, cuando los revolucionarios se parapetaron en esta zona en pleno enfrentamiento con la 21ª Compañía, encuadrada en las fuerzas mandadas por el teniente coronel Yagüe. Cuentan las historias que Aida Lafuente, estaba intentando frenar, casi en solitario, mediante una ametralladora situada en la cota de San Pedro de los Arcos, el avance del ejército (tropas de la Legión conducidas por el General Franco) en su definitiva neutralización de la Revolución. Otro lugar para pararse a pensar...
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